Guerra cultural y lucha contra el feminismo.

La visión de la ultra derecha sobre los derechos de las minorías parte de una idea. Evocar un pasado donde esas minorías no existían, una estampa bucólica tan vendible como irreal. Da igual si hablamos de los afroamericanos en USA o de los gitanos en España, el discurso se modula a la edad del interlocutor para hablar de una época pasada y plantearla como exenta de problemas con esos grupos por que supuestamente sus reclamos estaban superados o porque se mantenían amablemente en guetos, incluso en caso de los homosexuales, no existían, contraponiéndolo a una situación actual donde piden demasiados derechos y resultan “conflictivos”. Este discurso es fácilmente desmontable pero no es el objetivo de esto que escribo hacerlo, si no plantear porque una idea tan irreal cala y como contraponer un discurso efectivo.

La idea cala porque todos hemos tenido una infancia, y la de aquellos que estamos entre los grupos no minoritarios, fue mayormente ajena a esa clase de problemas sociales, que nos llegaban enormemente atenuados por nuestros padres o maestros. Tal vez educar a las generaciones futuras sin edulcorar esos problemas pueda ser un factor a debatir en otro foro, pero no es una solución a corto plazo como pretendo plantear. Es obvio porque esto es tan vendible sobre todo a las clases acomodadas, que seguramente no han visto un gitano, por ejemplo, mas que pidiendo a la puerta del super con cara de humildad, contarle a esa persona que en los '90 ya había graves problemas de integración es ir contra un recuerdo irracionalmente gravado en su memoria emocional, en algunos casos incluso sin maldad, por pura ignorancia, te dirán que no había gays antes de la llegada de la democracia o cosas similares sin sonrojarse.

La respuesta discursiva de la izquierda ha sido la que a primera vista es la mas lógica, oponer los datos y la realidad, algo que puede funcionar bien a un cierto nivel pero que no cala mas allá, es difícil rebatir las emociones de inocencia perdida, así que se ha optado por la opción de hacer, de avanzar y esperar que ver la integración funcionar resulte en una ruptura de las resistencias. Ha sido una estrategia parcialmente exitosa, somos uno de los países mas integradores del mundo y de los mas respetuosos con los derechos de minorías como LGBT, pero electoralmente está generando una reacción contraria a la izquierda, así que el problema es mas electoral que social, aun que VOX trate de vender lo contrario.

El problema electoral se produce por varios motivos, en primer lugar, desde la izquierda de forma generalizada en todo el mundo, se ha pensado que luchar por los derechos de las minorías hará ponerse a esas minorías del lado de la izquierda, sumado a aquellos que ya estaban de acuerdo con sus ideas y a quien ven de primera mano los resultados de esa integración de minorías. Esto es una error y parte de una falsedad, las minorías no son homogéneas, no votan de forma monolítica, creer que no existen gays que quieren menos impuestos o transexuales que están a favor de la privatización de la sanidad o la educación es creer que son un grupo de pensamiento único, pensar que esas ideas no los llevarán en cierto momento a ver con buenos ojos a partidos de la derecha es vivir fuera de la realidad y menospreciar a quien expresas abiertamente esas ideas es dejar ver una prepotencia y paternalismo que enfada al resto los miembros de esa minoría. Esto lleva a alejar a grupos como mujeres, que deberían ver sus derechos amenazados por VOX, pensar si el feminismo no está mas en su contra, por exigirle compartir y adherirse a sus ideas bajo pena de desprecio y escarnio público.

Esto no debe llevar a renunciar a esas luchas, estas no se deben producir por tacticismo electoral, si no porque son justas. Pero es ese mismo planteamiento el que se debe vender, no es VOX contra las mujeres o VOX contra los homosexuales, es VOX contra los derechos. Yo, hombre hetero, tengo mas derechos desde que se aprobó la ley del matrimonio homosexual, y si los homosexuales votan a cualquier partido, no son menos homosexuales o menos aptos, ni acaso menos dignos de ser defendidos, lo contrario sí es caer en el tacticismo electoral.

Otro de los elementos relevantes del discurso contra el feminismo de VOX es el de la libertad sexual, de forma mas o menos velada dejan ver que hoy por hoy las mujeres están demasiado liberadas, que los hombres están oprimidos por no poder satisfacer sus necesidades sexuales. Se trata de un discurso importado de USA, donde en grupos auto denominados incell, el odio y el fascismo mas absoluto van de la mano. Es muy difícil contra argumentar contra alguien con la autopercepción tan errada (yo soy estupendo y si ninguna mujer me quiere no es porque no sea estupendo, es porque el feminismo le vende demasiados derechos de elección), pero este es un discurso muy de nicho, muy extremo y que solo prospera en grupos tremendamente marginalizados. Lo que se debe impedir es que el discurso permee el resto de la sociedad de forma mas velada, mas sibilina dando a entender que es perjudicial para la sociedad en general que la mujer tenga opciones (sexuales, vitales, etc) y quiera exigirlas en igualdad. La mejor manera de conseguir esto es precisamente visibilizando a esos incell y mostrando en detalle sus ideas, fuera de sus oscuros rincones de internet no atraerán mas que a algún despistado, pero a la inmensa mayoría de la sociedad la espantarán mas allá de lo reversible.

Todo ello, a mi entender, debe ir acompañado de un recordatorio constante de que no hay mayor lucha social que la lucha contra la pobreza, porque a rentas iguales las mujeres están discriminadas, pero una mujer de clase alta tiene mas derechos que un obrero pobre y esto no puede dejar de recordarse, Ana Patricia Botín o Marta Ortega tienen mas ventajas sociales que el 99% de la población española y luchar contra el machismo no puede hacer parecer que olvidamos esto, lo mismo ocurre con la homosexualidad, salir del armario con una gran seguridad económica puede no ser fácil, pero ni se acerca a hacerlo cuando un despido te puede llevar a la indigencia, por eso debe recordarse con mas frecuencia y vehemencia cuando se habla públicamente de estos temas.